Creatividad v/s creatividad estratégica

Si un creativo entiende a cabalidad el panorama general y particular de una determinada marca en una determinada industria, y su foco es proyectar la marca hacia el futuro, estamos hablando de un creativo estratégico, en cuanto focaliza su qué hacer en el objetivo del negocio, y no lo fundamenta en resultantes que nacen de chispazos creativos para resolver problemas específicos e inmediatos.

El pensamiento estratégico establece tomas de decisiones estratégicas, ya que garantiza la salud a largo plazo de la una marca y/o empresa (Morrisey George, 1996).

El pensamiento estratégico es la capacidad de revisar y juzgar una situación en función de resolver un problema empresarial, reduciendo la información en un marco de comprensión pura y esencial, con el fin de lograr resultados positivos. Un creativo estratégico eficaz tiene la capacidad y versatilidad de conectar sus acciones de corto, mediano y largo plazo con los objetivos del negocio.

Una estrategia creativa es un modelo que se define para describir cómo se planea alcanzar metas y objetivos específicos, como la identidad de la marca, el engagement, el crecimiento empresarial a largo plazo, entre otras cosas.

A esta creatividad aplicada para alcanzar objetivos de negocio le llamamos creatividad estratégica, la cual consiste en crear estrategias con bases metodológicas, disciplinas y procesos aplicados que hagan distinguirse y diferenciarse de la competencia, pero además resulte rentable. El pensamiento creativo estima la facultad de ampliar y expandir la información en función de crear ideas diferentes para resolver problemas y/o responder a necesidades específicas. La capacidad que tenga una persona en crear rápidamente esas ideas, puede establecer el qué tan «creativo» puede llegar a ser.

Al pensamiento estratégico le gustan los análisis, las comparaciones, las categorías, la objetividad, cualquier cosa que cree orden. Es convergente, reúne información para posterior análisis.

Al pensamiento creativo le gusta el color, el espacio, el ritmo y las imágenes. Visualiza ideas y recurre a cualquier recurso con el fin estimular la imaginación. El pensamiento creativo es divergente, muestra aspectos diferentes de la información para llegar a resultados y caminos “originales” para resolver un problema o cubrir una necesidad específica. Sea como sea, la creatividad estratégica junto al pensamiento creativo son elementos claves que en sinergia construyen valor y capital de marca, capaz de generar diferencias significativas para una empresa, producto y/o servicio.