El principal objetivo del branding es obtener una percepción de marca lo más positiva posible, validando y valorando este proceso como una herramienta poderosa al momento de diferenciarse de la competencia. De ahí, la importancia de establecer desde el inicio una estrategia de branding creativa, que haga destacar a la marca, obteniendo un alto nivel de recordación en la audiencia y consumidores.
Si un creativo entiende a cabalidad el panorama general y particular de una determinada marca en una determinada industria, y su foco es proyectar la marca hacia el futuro, estamos hablando de un creativo estratégico, en cuanto focaliza su qué hacer en el objetivo del negocio, y no lo fundamenta en resultantes que nacen de chispazos creativos para resolver problemas específicos e inmediatos.
En los años 60, la figura del planner en USA ya existía y desde entonces a la fecha ha ido evolucionando hasta convertirse en una pieza clave para cualquier agencia y/o campaña, ya que gracias a un buen proceso de planificación, la publicidad minimiza riesgos y puede llegar a la eficacia tan requerida. Entre las características más destacadas de un Planner es el ser metódico, curioso…
A diferencia de años anteriores, la tecnología vino a cambiar la forma de hacer publicidad. La tecnología ha transformado nuestros comportamientos, a tal extremo que hoy elegimos que consumimos como publicidad. En este sentido, más allá de una estrategia bien planificada y recursos en promoción, si el mensaje resulta aburrido, las marcas no obtendrán el impacto y la conversión que buscan.
Trabajar en creatividad de manera profesional implica entender e internalizar que tu labor es ayudar a las empresas y/o a las marcas a obtener una posición relevante en sus ambientes altamente competitivos, para que las personas que representan a sus “clientes” se identifiquen y quieran vincularse con ellas.